En un mundo donde la tecnología y la salud se entrelazan más que nunca, estamos presenciando una revolución sin precedentes en el cuidado de la salud. La Inteligencia Artificial (IA) está liderando este cambio, transformando la manera en que diagnosticamos, tratamos y gestionamos enfermedades. Pero más allá de la IA, la innovación está ocurriendo en diversos ámbitos y tecnologías, evidenciando el potencial transformador de la convergencia entre los ecosistemas y necesidades de los usuarios y el potencial de los entornos digitales.
Hace unos días estuvimos presentes en el MWC Barcelona y en el décimo aniversario de 4YFN, donde se reúnen miles de personas que buscan impulsar ideas innovadoras que cambiarán el mundo en Digital Health. Sin dudas que la estrella de este gran evento fue el uso y la integración de IA en diversas soluciones, hubo desde plataformas que analizan muestras de sangre y extraen información genética hasta robots de todo tipo, incluso para cirugías de precisión. Pero una de las iniciativas más emocionantes que está llevando esta convergencia al siguiente nivel es la creación de gemelos digitales de órganos humanos. El Barcelona Supercomputing Center ha presentado un prototipo innovador de «gemelo digital» del corazón humano. Esta creación promete revolucionar la detección y tratamiento de enfermedades cardíacas al ofrecer una representación virtual precisa del órgano. ¿Imaginas poder tener una réplica 3D de tu propio corazón, generada a partir de datos básicos y el pulso? Esta tecnología promete hacer posible esa realidad, brindando una herramienta invaluable para médicos y pacientes por igual.
Sin embargo, mientras celebramos estos avances emocionantes, también reconocemos la necesidad de unir fuerzas para optimizar recursos y maximizar los resultados. A menudo, las iniciativas en el campo de la salud y la tecnología están fragmentadas, viendo iniciativas aisladas y soluciones micro que apuntan a resolver los mismos temas sin lograr resolverlos. Pero si todos estamos persiguiendo los mismos objetivos, ¿cómo podemos colaborar y trabajar juntos para maximizar nuestro impacto?
La clave para lograr esto radica en transformar y alinear primero nuestra cultura y mindset hacia la innovación digital. Necesitamos pensar más allá de nuestras propias organizaciones y considerar cómo podemos colaborar y unificar nuestros esfuerzos. ¿Qué hacemos con todos los datos que estamos procesando? Esta es la gran pregunta que debemos abordar. En lugar de simplemente acumular datos, debemos enfocarnos en cómo podemos utilizarlos de manera eficiente en iniciativas centradas en los usuarios.
Es fundamental llevar estos avances tecnológicos a proyectos con impacto real en la sociedad. Necesitamos transformar nuestras ideas en iniciativas concretas de colaboración que beneficien a todos. Esto implica trabajar juntos para definir cómo queremos utilizar la tecnología para mejorar la salud de las personas y asegurarnos de que nuestras acciones se enfoquen en resolver retos concretos, que hagan una sola cosa al mejor nivel posible, co-creadas y validadas en entornos reales desde el comienzo y siempre priorizando el impacto en los ecosistemas de usuarios.
El momento es ahora, estamos en plena evolución y fusión de la tecnología y la salud. Y para aprovechar al máximo este potencial, debemos unir fuerzas, transformar nuestra cultura y mindset, alinear nuestros objetivos y enfocarnos en la adopción e implementación de soluciones innovadoras y en colaboración entre las corporaciones, las startups, los centros de salud y asociaciones de pacientes, las comunidades de profesionales en Salud Digital y las consultoras de innovación. Solo entonces podremos llevar la salud y el bienestar a nuevas alturas, impulsados por la colaboración y el compromiso para mejorar la calidad de vida de millones de personas.
Foto de Kendall Ruth en Unsplash
