En Argentina, la reciente aprobación de la Ley 27553 marca un hito crucial en la modernización del sistema de atención médica. Esta legislación, que aborda varios aspectos, incluyendo la implementación de recetas digitales, representa un paso adelante hacia la accesibilidad para los pacientes y la seguridad en la dispensación de medicamentos. Sin embargo, es esencial no perder de vista la seguridad del personal médico involucrado.
El problema actual en el ecosistema de salud radica en subutilizar la red nacional de farmacias. A menudo consideradas solo como centros de dispensación, se desconoce el verdadero alcance de la atención farmacéutica y su potencial para contribuir a la atención médica integral y personalizada. Para desbloquear este potencial, se necesita un enfoque colaborativo que considere todas las etapas del proceso, desde el diagnóstico hasta el seguimiento posterior con el médico.
En este artículo me gustaría poner foco en la dispensación y el seguimiento farmacéutico, resaltando servicios como el asesoramiento en medicamentos, educación sobre la salud y seguimientos de adherencia. A pesar de su disponibilidad, la falta de coordinación entre farmacias, médicos y financiadores limita su impacto en la salud general de la población.
Desde la farmacia, es posible penetrar en todos los niveles de la sociedad para detectar pacientes con diferentes factores de riesgo. Este enfoque podría revolucionar el marketing de laboratorios, basándose en datos reales para planificar lanzamientos eficientes y justificar productos ante financiadores. Lo mismo aplica para los financiadores, que al conocer las características reales de su población, podrían proyectar tratamientos con antelación.
En el contexto de la telemedicina, las farmacias podrían ser centros de servicios adicionales mediante acuerdos entre entidades, financiadores y aplicaciones. A pesar de los desafíos como la falta de acceso a tecnología adecuada y la capacitación de pacientes, este enfoque puede mejorar significativamente el acceso a la atención médica, especialmente en áreas con limitaciones en la cobertura tradicional.
En resumen, las farmacias en Argentina deben evolucionar más allá de simples puntos de dispensación. Esta transformación requiere inversiones en infraestructura y capacitación. Es crucial un enfoque integral que fomente la colaboración entre todos los actores del sistema de salud. Esto no solo mejorará la atención médica, sino que también reducirá costos innecesarios, garantizando un sistema de salud eficiente, personalizado, equitativo y seguro.
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